Marco y Lorenzo, dos apasionados italianos provenientes de Milán, han traído consigo el alma de la auténtica Gelatieria italiana a la vibrante Ciudad de México.
Con un profundo amor por los sabores genuinos y pasión por la calidad, fusionaron tradición y vanguardia para crear una Gelateria que no solo es un deleite para el paladar, sino una verdadera experiencia sensorial.
Cada bocado es un viaje directo a las calles de Italia, un pedazo de su corazón que se siente en cada sabor, en cada textura.